Flora y fauna del territorio
El desarrollo azucarero del siglo XIX, que aprovechó la fertilidad y productividad de los suelos ferralíticos arcillosos, dio lugar a una sabana de origen antrópico, es decir, la actividad humana hizo que Colón se transformara de un inmenso bosque con abundantes especies maderables y frutales, en una extensa plantación cañera. Es común ver en los campos, además, sembrados de viandas, granos y hortalizas, palmares y la solitaria ceiba. En los jardines y patios de las casas se cultivan plantas medicinales, ornamentales y especies frutales.
En el municipio la población de mamíferos indígenas es pobre, pues contamos con pocas especies de jutías y murciélagos. Poseemos una gran variedad de aves, principalmente en el área rural, así como de insectos, reptiles y arácnidos. Otras especies de nuestra fauna no son propias del país, pero han sido naturalizadas con fines domésticos, alimentarios y para las labores agrícolas. Entre ellas encontramos el perro, el gato, la vaca, el toro, el caballo, el conejo y otras.
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